El Caballo.
La cría y utilización del caballo por parte del hombre se
conoce como ganadería equina o caballar, y su domesticación se remonta a unos
3600 años a. C.
Un caballo adulto tiene 12 incisivos, en la parte frontal de
la boca adaptada para morder y arrancar la hierba y 24 dientes adaptados a
masticar, los premolares y molares, en la parte posterior de la boca. Los
machos adultos tienen cuatro dientes adicionales justo tras los incisivos
denominados «colmillos» y que no les saldrán hasta que tengan 4 o 5 años de
edad.
El caballo alcanza la madurez sexual a los 4 años. La
gestación dura unos 11 meses.
A la hembra del caballo se le llama yegua y a las crías,
potros o potrillos si son machos, y potras o potrancas si son hembras.
La capa o pelaje del caballo es la coloración general. Las
capas principales son las siguientes, si bien hay muchas variaciones de cada
una:
Desde tiempos ancestrales el caballo ha jugado un papel
importante en nuestra cultura, como demuestran numerosos testimonios
pictóricos. Concretamente, en la Península Ibérica se
sabe que los equinos ya formaban parte de la vida cotidiana de las primeras civilizaciones
e irán ganando importancia, principales escritores cantarán sus glorias.
Los cartagineses incorporan los équidos en gran número a sus
ejércitos por su enorme resistencia y fuerza
Los árabes organizaron un ejército con una caballería ligera
formada casi exclusivamente por caballos andaluces.
El Rey Felipe II ordena la cabaña caballar de su reino y
pone las bases definitivas para que el Pura Raza Española alcance su apogeo en
años venideros. Y lo hace mediante la creación de las Caballerizas Reales
de Córdoba donde agrupa los mejores sementales y yeguas de las provincias que
bordean el Guadalquivir, que por aquel entonces eran las más prolíficas en la
cría de caballos.
En Europa, España vive la edad de oro y el regalo más
destacado de nuestra monarquía española era el de sus magníficos caballos que
pronto alcanzaron gran reputación y fueron decisivos en el nacimiento de razas
centroeuropeas.
Razas como el Lipizano, Lusitano, Paso Fino o los
caballos de sangre caliente centroeuropeos se han creado a partir del caballo
español.
En la actualidad la población mundial se acerca a los
170.000 ejemplares, que se crían en más de 60 países.
Las grandes aptitudes para realizar diversas funciones, de
fácil respuesta a las ayudas del jinete y de boca agradable, por lo que
resultan obedientes, de fácil compenetración con el jinete y de extraordinaria
comodidad. Su principal servicio es para la silla, con gran
facilidad para la doma (de alta escuela, clásica y vaquera), para el rejoneo,
acoso y derribo, para el enganche, para el manejo de ganado, actividades de
campo y otras disciplinas ecuestres.
Sus movimientos son ágiles, elevados, extensos, armónicos y
cadenciosos. Especial predisposición para la reunión y los giros sobre el
tercio posterior.
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